La lógica profunda detrás de la gran apuesta de las tesorerías corporativas en Solana
El 19 de junio, una empresa que cotiza en Canadá presentó una declaración de registro ante la Comisión de Bolsa y Valores de EE. UU., con planes de cotizar en el mercado de capitales Nasdaq bajo el código "STKE". Este movimiento ha generado atención sobre la evolución de la estrategia de las empresas para incluir criptomonedas en sus balances.
En los últimos años, las estrategias de activos criptográficos de las empresas han pasado por tres etapas de evolución. La primera ola fue considerar a Bitcoin como "oro digital" para cubrir la incertidumbre macroeconómica. La segunda ola fue ver a Ethereum como un "activo productivo" que genera ingresos. Hoy en día, estamos presenciando el surgimiento de la tercera ola, cuyo protagonista es Solana.
Cada vez más empresas están comenzando a poner su mirada en Solana, lo que ha planteado una pregunta central: en un contexto donde Bitcoin y Ethereum ya dominan la visión principal, ¿por qué estas compañías eligen Solana? No se trata solo de un juego especulativo de esperar la apreciación de activos, sino que detrás hay consideraciones estratégicas más profundas.
Las empresas eligen Solana principalmente basándose en tres motores centrales.
Solana no solo es un activo que genera ingresos, sino también "medios de producción". Algunas empresas utilizan Solana como base de su negocio principal, obteniendo múltiples fuentes de ingresos a través de la operación de nodos validadores.
Firme creencia en el excelente rendimiento técnico de Solana. La red Solana es conocida por su alta capacidad de procesamiento y características de bajo costo, lo que hace posible muchas aplicaciones que son difíciles de realizar en otras blockchains.
Profundamente vinculado a la gran visión de "la próxima Wall Street". El fundador de Solana propuso la visión de "un Nasdaq descentralizado", es decir, que en el futuro todos los activos financieros se emitirán, negociarán y liquidarán en forma tokenizada en la blockchain.
Sin embargo, este camino no está exento de riesgos. En primer lugar, la volatilidad del precio del token Solana es un gran desafío. En segundo lugar, la incertidumbre en el entorno regulatorio de las criptomonedas a nivel global también representa un riesgo potencial. Además, las acciones de estas "compañías de tesorería" a menudo se negocian a precios muy superiores al valor neto de los activos criptográficos que poseen, creando una prima significativa que podría desencadenar riesgos estructurales financieros.
A pesar de los riesgos, la motivación de las tesorerías corporativas para apostar en grande por Solana es múltiple y tiene una visión estratégica pronunciada. Desde un nivel estratégico, es una evolución de la tenencia pasiva a una integración estratégica profunda. Desde un nivel comercial, Solana puede convertirse en un recurso productivo que impulse el negocio central de la empresa. Desde un nivel técnico, es una creencia en la arquitectura de alto rendimiento de Solana. Desde un nivel de visión, es una apuesta definitiva por la gran narrativa de "tokenización de todo" y "Nasdaq descentralizado".
El comportamiento de estas empresas está lejos de ser simplemente "esperar a que suba el valor", sino que están comprando la piedra angular de un nuevo continente futuro y tratando de participar personalmente en la construcción de este nuevo continente. Esta es precisamente la verdadera atracción de Solana que está captando la atención de cada vez más tesorerías empresariales.
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¿Por qué las tesorerías empresariales apuestan a lo grande por Solana? Revelando los tres grandes impulsores detrás de esto.
La lógica profunda detrás de la gran apuesta de las tesorerías corporativas en Solana
El 19 de junio, una empresa que cotiza en Canadá presentó una declaración de registro ante la Comisión de Bolsa y Valores de EE. UU., con planes de cotizar en el mercado de capitales Nasdaq bajo el código "STKE". Este movimiento ha generado atención sobre la evolución de la estrategia de las empresas para incluir criptomonedas en sus balances.
En los últimos años, las estrategias de activos criptográficos de las empresas han pasado por tres etapas de evolución. La primera ola fue considerar a Bitcoin como "oro digital" para cubrir la incertidumbre macroeconómica. La segunda ola fue ver a Ethereum como un "activo productivo" que genera ingresos. Hoy en día, estamos presenciando el surgimiento de la tercera ola, cuyo protagonista es Solana.
Cada vez más empresas están comenzando a poner su mirada en Solana, lo que ha planteado una pregunta central: en un contexto donde Bitcoin y Ethereum ya dominan la visión principal, ¿por qué estas compañías eligen Solana? No se trata solo de un juego especulativo de esperar la apreciación de activos, sino que detrás hay consideraciones estratégicas más profundas.
Las empresas eligen Solana principalmente basándose en tres motores centrales.
Solana no solo es un activo que genera ingresos, sino también "medios de producción". Algunas empresas utilizan Solana como base de su negocio principal, obteniendo múltiples fuentes de ingresos a través de la operación de nodos validadores.
Firme creencia en el excelente rendimiento técnico de Solana. La red Solana es conocida por su alta capacidad de procesamiento y características de bajo costo, lo que hace posible muchas aplicaciones que son difíciles de realizar en otras blockchains.
Profundamente vinculado a la gran visión de "la próxima Wall Street". El fundador de Solana propuso la visión de "un Nasdaq descentralizado", es decir, que en el futuro todos los activos financieros se emitirán, negociarán y liquidarán en forma tokenizada en la blockchain.
Sin embargo, este camino no está exento de riesgos. En primer lugar, la volatilidad del precio del token Solana es un gran desafío. En segundo lugar, la incertidumbre en el entorno regulatorio de las criptomonedas a nivel global también representa un riesgo potencial. Además, las acciones de estas "compañías de tesorería" a menudo se negocian a precios muy superiores al valor neto de los activos criptográficos que poseen, creando una prima significativa que podría desencadenar riesgos estructurales financieros.
A pesar de los riesgos, la motivación de las tesorerías corporativas para apostar en grande por Solana es múltiple y tiene una visión estratégica pronunciada. Desde un nivel estratégico, es una evolución de la tenencia pasiva a una integración estratégica profunda. Desde un nivel comercial, Solana puede convertirse en un recurso productivo que impulse el negocio central de la empresa. Desde un nivel técnico, es una creencia en la arquitectura de alto rendimiento de Solana. Desde un nivel de visión, es una apuesta definitiva por la gran narrativa de "tokenización de todo" y "Nasdaq descentralizado".
El comportamiento de estas empresas está lejos de ser simplemente "esperar a que suba el valor", sino que están comprando la piedra angular de un nuevo continente futuro y tratando de participar personalmente en la construcción de este nuevo continente. Esta es precisamente la verdadera atracción de Solana que está captando la atención de cada vez más tesorerías empresariales.